Si hay algo que El Embajador tiene es excelente comida.
Hoy fuimos a la prueba de la comida que habíamos seleccionado y fue una experiencia perfecta, nos atendieron como reyes y, muy por encima de las mañas de Pedro y mías, supieron llenar nuestras expectativas.
Arreglamos todos los platos a servir y la bebidas (vamos a comprarle una parte al hotel y otra la llevamos).
Faltan 88 días y siento como que es una eternidad.
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