Recuerdan que les comenté la cantidad de preguntas y dudas que a menudo cruzan por mi mente? Pues, no es a mí sola.
Hace un par de días, mi futuro me estuvo comentando lo mismo. Creo que para los hombres es aún más difícil porque ellos pasan a ser la cabeza de un hogar. Se preguntan si podrán dar la talla, qué pasará con sus vidas, las posibles limitaciones y que harían en caso de cualquier problema.
En el caso de Pedro, se suma que es el hombre de su casa y le preocupa qué pasará luego de que parta de su nido.
Todos esperamos lo mejor para nuestro futuro por lo que nos abrumamos pensando en las cosas que podrían salir mal.
Por lo menos sé que no estoy sola en ese aspecto y, aunque tenga tantas dudas, miro al futuro con una sonrisa y lista para aprender de los desafíos que Dios pondrá en nuestro camino, siempre agarradita de la mano de mi esposo.
Faltan 41 días!
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